Seleccionar la capacidad adecuada de un cubo de plástico para almacenar alimentos es fundamental para mantener la calidad del producto, optimizar el espacio y minimizar el desperdicio. El tamaño ideal depende de factores como el tipo de alimento, la duración del almacenamiento y los requisitos de manipulación. Esta guía ofrece recomendaciones prácticas para combinar categorías comunes de alimentos con los tamaños de recipientes estándar de la industria, incluyendo bidones de 7 galones para líquidos, cubos cuadrados de plástico de 18 L y otros diseños especializados.
1. Líquidos a granel: Priorizar la estabilidad y la integridad del sello
Para aceites, jarabes o salmueras que requieren un gran volumen de almacenamiento, la jarra de almacenamiento de líquidos de 7 galones (≈26.5 L) ofrece una solución equilibrada. Su diseño de cuello estrecho reduce el riesgo de oxidación, mientras que el asa garantiza un transporte seguro. Esta capacidad es ideal para cocinas comerciales que almacenan de 4 a 6 semanas de ingredientes líquidos. Asegúrese de que la jarra utilice HDPE de grado alimenticio con un anillo de seguridad para cumplir con las normas de la FDA.
2. Productos secos y polvos: optimizar la accesibilidad
El Cubo cuadrado de plástico de 18L Ideal para almacenar granos, harina o aditivos en polvo. Su forma cuadrada optimiza el espacio en los estantes y su amplia abertura facilita la extracción. Tiene capacidad para 15-20 kg de ingredientes secos, ideal para panaderías o servicios de catering. Combínalo con una tapa con sello gamma para un acceso frecuente y mantener la frescura hermética.
3. Lácteos de corta vida útil: seguridad en lotes pequeños
Los productos lácteos como la crema o el yogur requieren envases más pequeños y portátiles para limitar los riesgos de contaminación. Recipiente de plástico para almacenar crema de 2,5 l Ofrece porciones de uso diario para cafeterías o heladerías. Opte por cubos de polipropileno (PP) con interiores lisos para resistir la acumulación de bacterias y facilitar la limpieza. Las paredes transparentes permiten una rápida comprobación del inventario sin abrir la tapa.
4. Fermentación y encurtido a largo plazo: capacidad de servicio pesado
Los alimentos fermentados (p. ej., kimchi, chucrut) o las operaciones de encurtido a granel requieren recipientes robustos y no reactivos. Bidón de plástico para alimentos de 50 litros Resiste ambientes ácidos y almacenamiento prolongado, con asas reforzadas para mover cargas pesadas. Su boca ancha facilita la estratificación de ingredientes, mientras que el diseño de la tapa ventilada controla la liberación de gases durante la fermentación.
5. Condimentos y salsas listas para usar: control de porciones
Para aderezos, marinadas o salsas pre-porcionadas, la jarra de plástico para salsas de 3.8 L ofrece un equilibrio perfecto entre usabilidad y tamaño de lote. Los restaurantes pueden preparar de 10 a 15 porciones por envase, lo que reduce la contaminación cruzada durante el servicio. Elija jarras con picos vertedores integrados y graduaciones para una medición precisa.
6. Consideraciones clave para todas las aplicaciones
Verifique siempre que los cubos cumplan con las certificaciones de seguridad alimentaria (p. ej., FDA, UE 10/2011) y que el grosor de las paredes se ajuste a la viscosidad y el peso del producto. Los diseños apilables, como el cubo cuadrado de plástico de 18 L, mejoran la eficiencia del almacén, mientras que los materiales opacos (p. ej., el bidón de plástico para alimentos de 50 L) protegen el contenido fotosensible. Revise periódicamente el estado de los contenedores para evitar daños por desgaste.
Al adaptar la capacidad de los contenedores a las propiedades específicas de los alimentos y a sus necesidades operativas, las empresas pueden optimizar sus flujos de trabajo, prolongar la vida útil y cumplir con los estándares de seguridad. Explore las opciones de tamaño modular para crear un sistema de envasado escalable y adaptado a sus productos.